Skip to main content

Juegos Paralímpicos, Muñecas Barbie Y Por Qué La Representación Importa

La lanzadora de bala paralímpica chilena Francisca Mardones posando con su muñeca Barbie. Las dos están en sillas de ruedas y visten el mismo conjunto deportivo negro y zapatillas rojos.


Mientras todos el mundo hablaba de los recién pasados Juegos Olímpicos en Tokio, yo estaba demasiado ocupada terminando mi tesis como para siquiera pensar en verlos. Normalmente me encanta ver las ceremonias de apertura y clausura, y obviamente cualquier competencia con atletas y equipos chilenos o alemanes, pero esta vez simplemente no pude, en parte por mis obligaciones y en parte por la imposible diferencia horaria de 13 horas entre Chile y Japón. Pero en el fondo, estaba mucho más emocionada por el evento que empezaba dos semanas después: los Juegos Paralímpicos. No para mi sorpresa, pero sí para mi indignación, los Juegos Paralímpicos no se transmitieron en ningún canal de la televisión chilena, ni tampoco en ninguno de los canales deportivos del cable, mientras que los Juegos Olímpicos tradicionales obviamente sí los dieron. "¡Genial, cuánta celebración a la diversidad!", pensé. "Parece que las únicas minorías que importan son las que venden".

Pero entonces, pasó algo que, de repente, restauró mi fe en esta cambiante humanidad. Para conmemorar la ocasión, y justo antes de que comenzaran los Juegos, Mattel anunció que la primera mujer chilena en tener su propia muñeca Barbie no iba a ser otra que Francisca Mardones, lanzadora de bala y abanderada del país de los Juegos Paralímpicos de Tokio. Al momento de ver la noticia me puse a saltar en mi asiento y se la mostré a mi mamá con el entusiasmo de una niña de cinco años. ¡Por fin, representación!

Mirando hacia atrás ya siendo adulta, creo que hubiera dado cualquier cosa en el mundo por tener una muñeca así cuando era niña. Yo simplemente no sabía que eso era posible, así que no me sentí triste por no tenerla en ese momento. Solo ahora que estoy grande me doy cuenta del impacto que tiene verte representado/a si creces siendo parte de una minoría de cualquier tipo, ya seas de color, gay o alguien con discapacidad, como yo. Te hace sentir menos solo/a y, lo que es más importante todavía, te da la sensación de que realmente importas. Además, ayuda a cambiar la forma en que el resto de la sociedad te percibe, porque las personas se dan cuenta de tu existencia y procesan la idea de que los humanos son diversos desde antes de conocerte, lo que lleva a muchos menos conceptos erróneos, estereotipos dañinos y prejuicios. Si un niño tiene una muñeca al que le falta un brazo, se impresiona mucho menos cuando a su jardín infantil llega un compañerito al que también le falta un brazo. Ese es el verdadero significado detrás de la palabra "representación", aunque casi siento que la han usado tanto que la gente ya no se da cuenta de lo vital que es. Se piensa casi de inmediato en quórums o integraciones "forzadas", pero para nosotros/as significa mucho más que eso. Es una herramienta que ayuda a que se vean nuestras caras, se escuchen nuestras voces, se entiendan nuestras luchas y se satisfagan nuestras necesidades. Si no se ve a la persona con el problema, difícilmente se puede resolverlo porque se vuelve demasiado abstracto. Por eso es que tantas organizaciones y campañas tienden a usar voceros o embajadores para defender sus causas.

Otro problema que he notado con las representaciones de discapacidad en los medios es que casi siempre muestran a niños/as o adolescentes, invisibilizando a las personas adultas como si nos hubiéramos evaporado en el aire cuando crecimos. Personalmente, nada me gustaría más que ver más representaciones de personas como yo que tengan carreras, trabajos, relaciones románticas (¡y sexuales!) y familias. Y me encantaría más si la discapacidad ni siquiera se mencionara como el rasgo distintivo o la historia principal de un personaje de ficción, sino más bien como un aspecto de una persona tridimensional bien escrita que va más allá del estereotipo de "víctima", "angelito" o "inspiración" que vemos con tanta frecuencia.

Por último, nunca podría enfatizar lo suficiente lo importante que es para cada ser humano sentirse identificado/a, sentir que puede verse a sí mismo/a, a su apariencia y a su historia reflejadas en los demás, porque solo entonces la persona es capaz de visualizar su propio futuro.

En cuanto a esa muñeca Barbie, bueno... voy a conseguirla cueste lo que cueste. Total, ¿quién dice que son sólo para niños/as y para grandes no?

Comments

Popular posts from this blog

"La Audacia": Reseña de Novela

  El año pasado, mi gran amiga de varios años y antigua compañera de militancia feminista  Yasmín Gray (Chile, 1984) publicó su primera novela, La Audacia , un relato de tintes feministas y escrito a modo de thriller psicológico que yo, lógicamente, pedí como regalo de cumpleaños aprovechando que mi papá tenía que viajar a Santiago. Al recibirlo, decidí empezarlo el 1 de enero, sabiendo que a mediados de mes iba a reunirme con Yasmín para que me lo firmara. Resulta poco decir que me atrapó desde la primera página: prácticamente no pude soltarlo más, si bien a veces iba deteniendo la lectura por la naturaleza emocionalmente densa del texto. Decidí preguntarle a Yasmín si me daba permiso de escribir una reseña, y ella aceptó feliz, por lo que después de hacer mi mejor esfuerzo por hacerle justicia, hoy la publico con motivo del 8M, Día Internacional de la Mujer. La historia, que cuenta con 123 páginas, está contada en primera persona y se desarrolla con una cronología no lineal; los capí

Discapacidad y Maternidad: ¿Por Qué No?

  "¿Qué quieres ser cuando seas grande?" , es una pregunta que de chica escuché muchas veces, como cualquier otro niño. Y como es de esperarse, a lo largo de los años se me ocurrieron todo tipo de respuestas diferentes: princesa, veterinaria, diseñadora de moda, científica, ¡de todo! Pero por más ideas locas y completamente opuestas que tuviera respecto a lo que quería profesionalmente, hay una cosa que nunca cambió: mi deseo de ser mamá. Cuando era pequeña me encantaba jugar con mis muñecas y fingir que estaba embarazada escondiéndolas debajo de mi camisa, como estoy segura que a muchas otras niñas también les gustaba. Hace años tengo nombres escogidos, uno para niño y otro para niña. Lo único que me falta es la criatura. Durante mucho tiempo no pensé que mi condición física pudiera ser un potencial obstáculo para la maternidad. Fue sólo después de un incidente que tuve en mi último año del liceo que me empecé a cuestionar si eso era posible siquiera. Una de mis compañeras a

How Being Disabled Affected My Bodily Autonomy

A while ago, I decided to treat myself to a nice and long warm bath. I got in the tub, closed the curtain behind me and tried to make myself comfortable and enjoy the moment. Then, as I was applying shower gel all over, I began to take a closer look at my body, in its natural state, still wondering how it looked so womanly when I still felt like a young girl. It was not long before I realized that one thing had not changed: the numerous scars that cover it. I became increasingly upset as I became aware of the marks left behind by my dozen different surgeries, the evidence of so many traumatic experiences that were now carved in my skin for the rest of my life. Every glimpse of my naked body was a reminder of what I have been through. I felt like every look at my naked body was a reminder of all that I had been through. In the end I lay in the bathtub, with the water up to my ears and cried until I got out, feeling defeated and sad. Living inside my disabled body can be a constant battl