Skip to main content

Amor Intercapacitado: Tener un Romance con Discapacidad

 


Ah, el amor.. Otra vez llega el día de San Valentín y las calles se llenan de gente vendiendo ramos de rosas, cajas de bombones y ositos de peluche. Esas tiernas cursilerías que muchas personas detestan pero que a mí, en lo personal, me encantan. Hasta hace un par de años, la fecha no era sino un vil recordatorio de que me iba a quedar a vestir santos, porque llevaba soltera desde antes de entrar a la universidad. Me preguntaba si en algún momento alguien se iba a fijar en mí.

Y es que, cuando tienes una discapacidad, encontrar el amor puede llegar a convertirse en un desafío gigante, porque lamentablemente todavía abundan los prejuicios y los estereotipos sobre nosotros en el resto de la sociedad. ¿Se acuerdan del artículo en que me quejaba de cómo pareciera que cuando nos volvemos adultos desaparecemos del radar? Bueno, justamente por eso. La gente nos sigue viendo como niños eternos, como angelitos o como seres asexuados, lo que a la hora de buscar pareja puede ser una verdadera piedra en el zapato. Se asume que sólo nos juntamos entre nosotros, mientras que las relaciones intercapacitadas, como se conoce a aquellas en que un miembro de la pareja tiene una discapacidad y el otro no, generan incredulidad y cuestionamientos. Eso sin contar a los malditos devotees, gente que tiene un fetiche sexual con la discapacidad. Me encontré con innumerables ejemplares de esos en redes sociales.

Todo eso cambió a fines del 2022, cuando conocí a mi actual pareja y razón por la que ahora espero el l 14 de febrero con ansias. Durante la pandemia, me había hecho un perfil en la aplicación de citas de Facebook, casi de puro aburrimiento. Como no se podía salir, pensaba que quizás por ahí podía socializar y hacer algún amigo, con suerte algo más. No puse ninguna foto donde se vieran mis bastones, porque no quería que mis prospectos me descartaran por eso antes de conocerme realmente. Después de un par de citas infructuosas, apareció él: un joven profesional buenmozo, romántico, inteligente y con un entusiasmo casi sospechoso por saber más de mí. Al principio no tenía muchas esperanzas, pero cuando le conté mi situación se mostró sumamente comprensivo y no hizo todas las preguntas que pensé que me iba a hacer. Tiempo después admitió que había estado leyendo mi blog, y que eso lo había ayudado a informarse sobre mi condición y todo lo que implicaba. Sin que yo lo anticipara, mi herramienta de desahogo personal se había convertido en el mejor rompehielos. Y así, poco a poco fue floreciendo un lindo romance que justo hoy cumple dos años.

Al principio de la relación yo todavía estaba un poco nerviosa. Le dije, medio en broma y medio en serio, que no se sorprendiera si alguien nos veía juntos y asumía que él era mi cuidador, a lo que él me contestó que una pareja se cuida mutuamente, así que yo era su cuidadora también. Además bromeó con que si fuera mi cuidador tendría que bañarme, vestirme y desvestirme... y que eso no sonaba nada mal, sino todo lo contario (guiño guiño). Esto terminó convirtiéndose en un chiste recurrente entre nosotros. Otra cosa que me preocupaba era que su familia no se tomara bien que él estuviera conmigo, pero desde el día 1 me recibieron con los brazos abiertos.

Para escribir este artículo, quise también incorporar la perspectiva de mi pareja, así que le hice unas preguntas sobre qué pensaba. Le pregunté cuáles, según él, son los prejuicios más frecuentes que tiene la gente sobre las relaciones mixtas. "La idea de que una de las partes de la relación se esclaviza ante la pareja que posee la condición, limitándose como persona 'sana' al asumir una relación con alguien que posee una condición, que es lo mismo que asumir una 'vida difícil' de la cual podría estar perfectamente exenta o exento", fue su respuesta. Yo personalmente no podría estar más de acuerdo con él, porque en mi experiencia es justamente ese el pensamiento erróneo más común. Incluso un psicólogo famoso que sale en la tele en EE.UU. afirmó hace unos años que de 100 relaciones intercapacitadas, ninguna de las 100 funciona porque están basadas en la codependencia. Le dijo a la pareja de un hombre en silla de ruedas que ella podía ser su cuidadora o su amante, pero no las dos cosas. Obviamente después ardió Troya, porque a este "profesional" se le olvidó que casi todos vamos a tener una discapacidad, aunque sea transitoria, en algún momento, sobre todo ahora que vivimos más años. No por nada hay una parte de los votos matrimoniales que dice "en la salud y en la enfermedad", porque puede pasar en cualquier momento. Si tu esposo se quebró una pierna, tu esposa embarazada está con reposo en cama, a tu marido le dio esclerosis múltiple o a tu mujer le dio Alzheimer, probablemente seas tú la persona que va a tener que asumir su cuidado. ¿Significa que dejan de ser pareja? ¡Por supuesto que no!

Cada vez que veo una pareja intercapacitada en redes sociales de las varias que sigo, siempre hay comentarios insinuando que la relación es falsa, generalmente por una de tres razones. La primera es que seguramente hay plata de por medio, y que la parte sin discapacidad sólo está esperando que la otra se muera para cobrar la herencia (creen que nos hacemos millonarios con la pensión miserable que nos llega del gobierno, pff). Al decir esto, lo que están diciendo es que es imposible que alguien se enamore de una persona con discapacidad desinteresadamente, sin la segunda intención de aprovecharse de ella. La segunda razón es la lástima. Me acuerdo todavía de que a los 11 años se me declaró un niño que me gustaba en un campamento de verano y yo estaba feliz, pero a los pocos días lo encontré tirando a la piscina las cosas de una amiga. Cuando le dije que eso no se hacía, me dijo delante de sus amigos que en realidad me había mentido y que me había dicho que yo le gustaba porque le daba pena. No solamente me dejó en vergüenza, sino que incluso de adulta seguía convencida de que nadie me iba a querer si no era por lástima, como si nosotros no fuéramos dignos de ser amados y deseados y nuestra pareja nos estuviera haciendo un favor al estar con nosotros "a pesar de". Yo creo que, si se quiere ver de esa manera, el favor es mutuo, porque las dos partes aceptan a la otra con defectos y virtudes, y eso es en todas las relaciones. Ni él es un héroe por estar conmigo ni yo soy una carga para él. Y la tercera razón infaltable es que cómo van a ser pareja si no pueden hacer el amor... ¿perdón? ¿Alguna vez se han metido al dormitorio de una persona con discapacidad? Es verdad que algunas condiciones pueden afectar la vida sexual, pero no todas y no siempre de la misma forma. Además, la sexualidad implica muchísimo más que solamente penetración. De hecho, se sabe que tenemos zonas sensibles en todo el cuerpo justamente por estudios en pacientes que no tenían función de la cintura para abajo y aun así lograban satisfacerse por otros medios. La intimidad es algo que va mucho más allá del cuerpo.

A pesar de todo eso, y de las miles de inseguridades que traía, no hay ni un solo día en que me arrepienta de haberle dado una nueva oportunidad al amor. Mi pareja es tanto lo que yo siempre quise como lo que yo necesitaba y no sabía. Con el tiempo, hemos ido construyendo una relación sana, linda y respetuosa, en la que las opiniones ajenas son lo que menos nos importa. Todavía no nos ha tocado ninguna situación discriminatoria juntos, pero si llegase a pasar ya sabemos cómo enfrentarla. Si alguien insiste en que somos enfermero y paciente, nos besamos con la sonoridad y la sobreactuación suficientes como para que nos dejen en paz (o pasemos la noche en la cárcel). Ha sido difícil a veces, pero esta noche le grito a los cuatro vientos que estoy enamorada y feliz.

Comments

Popular posts from this blog

Discapacidad y Maternidad: ¿Por Qué No?

  "¿Qué quieres ser cuando seas grande?" , es una pregunta que de chica escuché muchas veces, como cualquier otro niño. Y como es de esperarse, a lo largo de los años se me ocurrieron todo tipo de respuestas diferentes: princesa, veterinaria, diseñadora de moda, científica, ¡de todo! Pero por más ideas locas y completamente opuestas que tuviera respecto a lo que quería profesionalmente, hay una cosa que nunca cambió: mi deseo de ser mamá. Cuando era pequeña me encantaba jugar con mis muñecas y fingir que estaba embarazada escondiéndolas debajo de mi camisa, como estoy segura que a muchas otras niñas también les gustaba. Hace años tengo nombres escogidos, uno para niño y otro para niña. Lo único que me falta es la criatura. Durante mucho tiempo no pensé que mi condición física pudiera ser un potencial obstáculo para la maternidad. Fue sólo después de un incidente que tuve en mi último año del liceo que me empecé a cuestionar si eso era posible siquiera. Una de mis compañeras a...

Un Día Como Hoy: El 9 de Noviembre en la Historia Alemana

Pocas fechas suscitan tantas emociones encontradas en mí como alemana como el 9 de noviembre. Un día que, según el año del que se hable, puede representar tanto dolor como alegría, miedo o esperanza. Es muy raro que varios momentos importantes, que definieron la historia de un mismo país, se produzcan el mismo día, todos dentro del mismo siglo, ya que unos llevas a otros y todos son responsables de convertir a Alemania en el país que es hoy. En este artículo, quiero repasar cada uno de estos acontecimientos, todos acaecidos un 9 de noviembre, explicar qué fueron, por qué pasaron y qué lecciones se pueden aprender de ellos. 1918 - Se proclama la República: Con la derrota del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial (que oficialmente terminó dos días después de estos acontecimientos), una serie de cambios constitucionales que debilitaron la monarquía y la abdicación del Káiser Guillermo II , el Imperio alemán se disolvió y el país pasó de ser una monarquía a una república federal parl...